Página 49 - Libro de Lengua y Literatura de Primero de Bachillerato
Comunicación oral y escrita
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El impacto de la pandemia en las familias migrantes asentadas en la frontera norte ecuatoriana
Las principales diásporas migratorias en el cono sur de América Latina se generan a raíz de las continuas contracciones económicas de los últimos seis años en Venezuela; y en el caso colombiano, por los conflictos armados y el deterioro de la seguridad en las fronteras, debidos al despliegue de grupos criminales y narcotráfico. Frente a esa situación, la frontera norte del Ecuador presenta una compleja dinámica migratoria, pues es la puerta de entrada de migrantes colombianos y venezolanos que buscan mejorar sus condiciones de vida o encontrar un lugar que garantice su seguridad.
Ecuador tiene una alta tasa de flujo migratorio, debido a que reconoce en su Constitución, desde 2008, el derecho a migrar. De acuerdo con el artículo 40 de la Constitución, el Estado ecuatoriano debe ofrecer asistencia a los migrantes y a sus familiares; brindar servicios para que esta población pueda ejercer sus derechos; promover la reunificación familiar y el retorno voluntario para incrementar los vínculos con Ecuador; y, entre otros, proteger a las familias transnacionales.
Sin embargo, la inserción de la población migrante en la sociedad ecuatoriana es compleja, a raíz de los continuos brotes de discriminación y xenofobia, alimentados por políticos, autoridades y medios de comunicación.
Pese a que la Constitución reconoce el derecho a migrar, en la práctica el Ecuador exige visados para el ingreso a ciudadanos de 24 países, entre ellos ciudadanos africanos, iraquíes, cubanos y venezolanos; y hasta diciembre de 2012, Ecuador exigía el certificado de antecedentes penales para el ingreso de ciudadanos colombianos a Ecuador. Los demás extranjeros pueden entrar al país con pasaporte, en calidad de turistas, y permanecer en el territorio durante 90 días.
Específicamente en el caso de los venezolanos, se impuso el ingreso y regularización mediante la visa humanitaria, a raíz de un feminicidio ocurrido en la ciudad de Ibarra por parte de un ciudadano venezolano a su pareja embarazada ecuatoriana. Como consecuencia, el gobierno ecuatoriano anunció e implementó medidas para controlar la situación legal de inmigrantes venezolanos.
Así, quienes ingresaron con su documento de identidad o pasaporte hasta el 26 de julio de 2019 tuvieron plazo hasta el pasado 23 de agosto de 2020 para realizar un registro migratorio, presentar sus antecedentes penales apostillados, el sello de ingreso al país y el pago de 50 dólares para obtener la visa humanitaria con validez de 2 años. Anteriormente, los venezolanos podían ingresar al país con tarjeta andina y cédula de identidad, debido a la vigencia de la Ley Orgánica de Movilidad Humana, emitida en enero de 2017, que actualmente está en proceso de reforma en la Asamblea Nacional. En términos generales y de acuerdo con el Banco Mundial, 370.000 migrantes y refugiados venezolanos ingresaron en Ecuador desde 2016 hasta 2019. Por su parte, la población migrante colombiana oscila entre 250.000 y 500.000 personas, de acuerdo con datos del Ministerio de Turismo.
Esta cifra es difícil de precisar debido a que existe un importante subregistro migratorio, y porque la migración colombiana se desarrolla a lo largo de una extensa frontera compartida y poco controlada en sitios de difícil acceso.