Página 59 - Libro de Ciencias Naturales de Noveno Grado
Reproducción Humana
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Datos para la resolución:
Revisa las funciones de los principales pigmentos vegetales:
- Clorofila: absorbe luz para la fotosíntesis (verde).
- Carotenoides: protegen contra la fotooxidación y aportan colores amarillos, naranjas.
- Antocianinas: dan colores rojos, púrpuras y azules según el pH.
Piensa en cómo los genes controlan las rutas metabólicas que sintetizan estos pigmentos y en cómo luz y temperatura pueden influir en su acumulación.
Explicación
Análisis del problema: Se pregunta por las causas biológicas y genéticas que provocan que órganos de una misma especie presenten colores diferentes.
Resolución paso a paso:
- En las plantas, el color de hojas, flores, frutos o granos depende de la presencia de distintos pigmentos: clorofilas, carotenoides, antocianinas y otros compuestos.
- Cada planta tiene genes que regulan la síntesis y acumulación de estos pigmentos. Las variaciones en esos genes (mutaciones o combinaciones genéticas) producen diferente intensidad o tipos de pigmentos.
- Factores ambientales (luz solar, temperatura, pH del suelo) pueden activar o inhibir rutas metabólicas, modificando la concentración de pigmentos.
- Papel evolutivo: la diversidad de colores puede favorecer la atracción de polinizadores, mejorar la dispersión de semillas o proteger contra herbívoros y radiación UV.
Conclusión: Existen distintas pigmentaciones en órganos de una misma especie debido a la interacción de la variación genética (diferentes alelos para enzimas de síntesis de pigmentos) y las condiciones ambientales que afectan la producción y acumulación de esos compuestos.
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Algo por descubrir:
¿Por qué hay distintas pigmentaciones en las plantas, frutas, vegetales de un mismo tipo?
Los colores del maíz (fragmento)
María Eugenia Paz y Miño
Amaru esperaba con ansias el día de la cosecha de maíz. Ya había ayudado a sus padres a preparar la tierra, a seleccionar los mejores granos, a deshierbar, a aporcar. Como él siempre jugaba cerca de la chacra, su mamá le había encomendado ahuyentar al gusano comilón si lo veía acercarse, pues este era un peligro para las pequeñas mazorcas que crecían cobijadas por el sol y por la lluvia.
Todo iba bien hasta que Amaru y su familia debieron ausentarse por unos días. De regreso a casa, el niño fue a inspeccionar el maizal y cuál no fue su sorpresa cuando, al revisar las mazorcas, notó que los granos habían cambiado de color. "Esto debe ser obra del gusano comilón", pensó y corrió a llamar a su mamá.
–¡Mamá, mamá!, ¡el gusano comilón está acabando con el maizal! –repetía Amaru con voz de susto. La señora salió a ver y el niño le enseñó las mazorcas de colores.
–Hijito –le dijo–, las mazorcas están bien. Esos son los colores del maíz.
–Pero mamá, yo vi que sembramos solo semillas amarillas, ¿por qué ahora hay mazorcas con granos también rojos, blancos y negros?
–El maíz es como la gente querido Amaru –explicó ella mientras acariciaba con dulzura el cabello del pequeño. Aunque todos tenemos un mismo origen, nuestra apariencia externa es diferente, somos de diversos colores al igual que el maíz.