Página 145 - Libro de Lengua y Literatura 2 de Noveno Grado

Para reconocer personificaciones, busca acciones o atributos que solo un ser vivo podría realizar (reír, bailar, temblar). Identifica el verbo o adjetivo y reflexiona sobre cómo transforma la imagen del elemento descrito.

Ejemplo similar: si ves “el viento susurra”, el viento (término real) recibe la acción humana de susurrar (término imaginario).

1. Leer detenidamente el poema para identificar verbos o adjetivos que humanicen al agua:
2. Localizar las siguientes personificaciones:
   • “Los juegos de agua ríen en la sombra”: el agua adquiere la capacidad de reír (cualidad: alegría/vitalidad).
   • “Un temblor de espumas la deshace en el aire”: se atribuye a la espuma la acción de temblar (cualidad: fragilidad, movimiento).
   • “Esta es agua sonámbula que baila y que camina”: el agua se comporta como si durmiera y caminara (cualidad: ritmo suave, onírico).
   • “Agua de siete velos desnudándote y nunca desnuda”: el agua seduce y despoja, acción propia de un ser humano (cualidad: sensualidad, misterio).
3. Explicar a qué se refiere cada personificación y qué cualidad resalta:
4. Reflexionar sobre el efecto de estas personificaciones:
   • Dotan al agua de vida y carácter emocional.
   • Crean una atmósfera mágica, sensorial y onírica.

Para diferenciar las figuras: identifica primero las comparaciones explícitas con “como” (símiles). Después busca imágenes directas sin “como” (metáforas). Finalmente, localiza acciones humanas en objetos o ideas sin vida (personificaciones).

En cada caso, pregúntate: ¿qué elemento real describe el poeta? ¿Con qué imagen lo asocia? ¿Qué aporta esa imagen al sentido del verso?

1. Símiles (uso de “como”):
   • “como la llama”
     – Término real: la presencia del amado
     – Término imaginario: llama (pasión intensa)
   • “como el sonido”
     – Real: la cercanía o el recuerdo
     – Imaginario: sonido (efímero)
   • “como la niebla”
     – Real: la imagen del amado
     – Imaginario: niebla (difusa, escurridiza)
   • “como el gemido del lago azul”
     – Real: el sentimiento de pena
     – Imaginario: gemido (sonido triste)
2. Metáforas (comparaciones sin “como”):
   • “Cendal flotante de leve bruma”
     – Real: tú
     – Imaginario: cendal (ropa ligera, etérea)
   • “rizada cinta de blanca espuma”
     – Real: tú
     – Imaginario: cinta de espuma (fragilidad, belleza)
   • “rumor sonoro de arpa de oro”
     – Real: tu voz o presencia
     – Imaginario: arpa de oro (armonía, musicalidad)
   • “beso del aura, onda de luz”
     – Real: tu caricia
     – Imaginario: beso del aura/onda de luz (intensidad, brillo)
   • “sombra aérea”
     – Real: tú
     – Imaginario: sombra (presencia etérea)
   • “onda sonante en mar sin playas”
     – Real: mi voz o emoción
     – Imaginario: onda sonora en el vacío (eco infinito)
   • “vacío cometa errante”
     – Real: mi soledad o deseo
     – Imaginario: cometa errante (anhelo que vaga)
   • “largo lamento del ronco viento”
     – Real: mi tristeza
     – Imaginario: lamento del viento (expresión sonora de dolor)
   • “ansia perpetua de algo mejor”
     – Real: mi deseo
     – Imaginario: ansia (fuerza interior)
   • “hija ardiente de una visión”
     – Real: la imagen del amado o la sombra
     – Imaginario: hija ardiente (imagen viva, intensa)
3. Personificaciones (atribución de acciones humanas a lo inanimado):
   • “vacío cometa errante” – el vacío “errante” como si tuviera voluntad personal.
   • “lamento del ronco viento” – el viento gime, emitiendo lamento.
4. Explicación general: Las figuras retóricas refuerzan el tono apasionado y melancólico del poema. Los símiles destacan la intensidad de las emociones, las metáforas crean imágenes sensoriales que acercan lo abstracto a lo concreto, y las personificaciones humanizan elementos inanimados para reflejar el estado anímico del hablante poético.