Página 152 - Libro de Lengua y Literatura 2 de Noveno Grado

Recuerda que en la métrica española cada grupo de vocales contiguas al final de una palabra y al comienzo de la siguiente suele unirse en una sola sílaba (sinalefa). Cuenta primero las sílabas gramaticales y luego resta una sílaba por cada sinalefa.

Ejemplo: “Se equivocó la” → Se e-qui-vo-có / la → 6 sílabas tras aplicar sinalefa.

Análisis: Se pide contar las estrofas y versos del poema “Se equivocó la paloma” y luego, para cada verso, determinar su número de sílabas poéticas.

Resolución paso a paso:

1. Contamos las estrofas separadas por salto de línea:
   – Estrofa 1: 2 versos
   – Estrofa 2: 3 versos
   – Estrofa 3: 3 versos
   – Estrofa 4: 3 versos
   – Estrofa 5: 3 versos
   – Estrofa 6: 2 versos
2. Para cada verso calculamos las sílabas poéticas, aplicando sinalefas (unión de vocales entre palabras):
   
   • Estrofa 1:
     1. “Se equivocó la paloma.” → 6 sílabas
     2. “Se equivocaba.” → 5 sílabas
   • Estrofa 2:
     1. “Por ir al norte, fue al sur.” → 8 sílabas
     2. “Creyó que el trigo era agua.” → 8 sílabas
     3. “Se equivocaba.” → 5 sílabas
   • Estrofa 3:
     1. “Creyó que el mar era el cielo;” → 10 sílabas
     2. “que la noche, la mañana.” → 7 sílabas
     3. “Se equivocaba.” → 5 sílabas
   • Estrofa 4:
     1. “Que las estrellas, rocío;” → 8 sílabas
     2. “que el calor, la nevada.” → 8 sílabas
     3. “Se equivocaba.” → 5 sílabas
   • Estrofa 5:
     1. “Que tu falda era tu blusa;” → 9 sílabas
     2. “que tu corazón, su casa.” → 8 sílabas
     3. “Se equivocaba.” → 5 sílabas
   • Estrofa 6:
     1. “Ella se durmió en la orilla.” → 10 sílabas
     2. “Tú, en la cumbre de una rama.” → 10 sílabas

Conclusión: El poema consta de seis estrofas con la siguiente métrica por verso:
• Estrofa 1: (6, 5)
• Estrofa 2: (8, 8, 5)
• Estrofa 3: (10, 7, 5)
• Estrofa 4: (8, 8, 5)
• Estrofa 5: (9, 8, 5)
• Estrofa 6: (10, 10)

Para identificar las clases de palabras, subraya con colores distintos sustantivos, adjetivos, adverbios y verbos. Observa si el sujeto está escrito o es tácito (implícito).

Recuerda que la elipsis consiste en omitir elementos gramaticales para ganar ritmo o énfasis. La anáfora (repetición inicial) y la epífora (repetición final) tienen efecto sonoro.

Análisis: Se solicita identificar las clases de palabras más frecuentes, describir la sintaxis, detectar omisiones (elipsis) y señalar repeticiones.

Resolución:

1. Elementos más utilizados: El verbo (principalmente “equivocar” en sus formas “se equivocó” y “se equivocaba”) y los sustantivos (paloma, norte, sur, trigo, agua, mar, cielo, noche, mañana, estrellas, rocío, calor, nevada, falda, blusa, corazón, casa, orilla, cumbre, rama).
2. Estructura de las oraciones: Predominan oraciones simples y compuestas por yuxtaposición, muchas con el sujeto tácito y verbo en forma personal y elíptica (sin conjunciones). Hay uso de parataxis (encadenamiento sin nexos explícitos).
3. Omision de palabras: Se suprime el sujeto explícito (“ella” solamente aparece en la última estrofa entre paréntesis) y en algunos versos faltan artículos o nexos para facilitar el ritmo: por ejemplo, “Que las estrellas, rocío” omite el verbo que uniría ambas partes.
4. Repeticiones: La frase “Se equivocaba” al final de cada estrofa funciona como anáfora y epífora, reforzando el ritmo y subrayando la idea de error continuo.

Conclusión: El poema usa preferentemente verbos y sustantivos, con oraciones breves y elípticas, y recurre a la repetición para crear musicalidad y énfasis.

Recuerda que el objeto lírico es aquello a lo que se dirige el hablante poético. Busca dónde aparece nombrado y cómo se habla de él.

El motivo lírico suele resumirse en una idea recurrente: aquí, la equivocación y el desengaño.

Análisis: El objeto lírico es aquello a lo que se dirige la voz poética. En este poema, el sujeto lírico reflexiona sobre su visión y sus errores.

Resolución:

1. Objeto lírico: La paloma, que representa un ideal, la persona amada o la aspiración del yo lírico.
2. Identificación: Se menciona explícitamente en el primer verso (“Se equivocó la paloma”). A lo largo del poema, las acciones y errores atribuibles a la paloma la sitúan como protagonista.
3. Nomenclatura: La paloma se nombra directamente en el verso 1. En las estrofas siguientes se alude a sus creencias (“Creyó que…”) sin repetir la palabra, pero el contexto señala que sigue tratándose de ella.
4. Motivo lírico: El error y la desorientación (“equivocarse”) al buscar verdades o ideales; es una reflexión sobre la fragilidad de las expectativas.
5. Interpretación errónea: Cada verso que comienza con “Creyó que…” o las comparaciones equivocadas (“el trigo era agua”, “el mar era el cielo”, etc.) muestran la visión falsa del mundo.
6. Representación de la paloma: Podría ser una metáfora de la persona amada, de un sueño o de las propias ilusiones del yo lírico que, al construirse sobre falsas creencias, terminan en error.

– Para localizar la elipsis, busca versos con información que “salta” sin un verbo o nexo claro.
– La anáfora es la repetición al inicio de versos o estrofas; la epífora, al final. Identifica esas repeticiones y observa el efecto rítmico.

Análisis: Se pide señalar ejemplos de elipsis, anáfora y epífora y explicar su función rítmica.

Resolución:

• Elipsis: Ejemplo en la estrofa 4: “Que las estrellas, rocío; que el calor, la nevada.” Falta el verbo y nexos completos (“erán” o similar), lo que acelera el ritmo y crea un estilo telegráfico.
• Anáfora: La repetición de “Se equivocaba” al inicio de cada estrofa tras la primera (y su variación en la segunda persona en el verso final) enfatiza la idea central y marca el pulso del poema.
• Epífora: “Se equivocaba” también aparece al final de cada estrofa, reforzando la cadencia musical y generando eco sonoro.

Conclusión: Estos recursos—omisión de palabras, repetición inicial y repetición final—contribuyen a un ritmo marcado, casi de canción, que subraya la persistencia del error.

Para hallar la antítesis, busca palabras que sean opuestas o contrasten claramente. Piensa en cómo ese contraste refuerza el tema principal del poema.

Análisis: Debemos identificar pares de palabras u oposiciones en el texto y mostrar su relación con el tema del error y la desorientación.

Resolución:

• En la estrofa 3: “Creyó que el mar era el cielo” (mar/cielo).
• En la estrofa 3: “que la noche, la mañana” (noche/mañana).
• En la estrofa 4: “Que las estrellas, rocío” (estrellas/rocío) y “que el calor, la nevada” (calor/nevado).
• En la estrofa 5: “Que tu falda era tu blusa” (falda/blusa) y “que tu corazón, su casa” (corazón/casa).

Estas antítesis resaltan el contraste entre realidad e ilusión, subrayando cómo las falsas creencias distorsionan la visión del yo lírico.

Para redactar la conclusión, rellena la siguiente estructura:
1. Tono general (ej. melancólico, resignado).
2. Tema central (error de percepciones).
3. Función de los recursos literarios (repetición, contraste) al servicio de este tono.

Análisis: Se trata de sintetizar todo lo observado—objetivo lírico, motivos, recursos—en una idea final sobre el tono y la intención del poema.

Resolución:

1. El yo lírico utiliza la figura de la paloma para hablar de sus propias ilusiones y errores.
2. La repetición constante de “Se equivocaba” crea un tono de resignación y melancolía.
3. Las antítesis y la elipsis resaltan la contradicción entre lo real y lo ideal.

Conclusión: El estado de ánimo del yo lírico es de confusión y desengaño: expresa la fragilidad de las creencias y la dificultad de alcanzar la verdad, mostrando cómo nuestras propias ideas pueden desviarnos y llevarnos a equivocarnos.