Página 26 - Libro de Lengua y Literatura 2 de Noveno Grado
Estructura de los mitos
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Nunkui, la creadora de las plantas
Mito de la cultura shuar (Ecuador y Perú), adaptación de Renán de la Torre
[Ilustración: Nunkui y sus hijos a la orilla de un río]
Hace largos años, cuando los shuars recién empezaban a poblar las tierras orientales del Ecuador, la selva no existía. En su lugar se extendía una llanura manchada solamente por escasas hierbas. Una de estas era el unkuch, el único alimento de los shuars.
Gracias al unkuch, los shuars pudieron soportar durante mucho tiempo la aridez de la arena y el calor sofocante del sol ecuatorial. Lamentablemente, un día, la hierba se esfumó y los shuars comenzaron a desaparecer lentamente.
Algunos, recordando otras desgracias, echaron la culpa a Iwia y a Iwianchi, seres malignos que desnudaban la tierra comiéndose todo cuanto existía; pero otros continuaron sus esfuerzos por encontrar el ansiado alimento. Entre estos estaba una mujer: Nuse. Ella, venciendo sus temores, buscó el unkuch en los sitios más ocultos y tenebrosos, pero todo fue inútil. Sin desanimarse, volvió donde sus hijos y, contagiándoles de su valor, reinició con ellos su búsqueda.
Siguiendo el curso de un río, caminaron muchos días; pero a medida que transcurría el tiempo, el calor agobiante de esas tierras terminó por aplastarlos. Así, uno a uno, los viajeros quedaron tendidos en la arena.
Inesperadamente, sobre la transparencia del río, aparecieron pequeñas rodajas de un alimento desconocido: la yuca. Al verlas, Nuse se lanzó hacia el río y las tomó. Apenas probó ese potaje sabroso y dulce, sintió que sus ánimos renacían misteriosamente y enseguida corrió a socorrer a sus hijos. De pronto, percibió que alguien la observaba desde el viento. Inquieta, hundió sus ojos por todos los rincones, mas solo vio la soledad plomiza del desierto y, de súbito, de entre las ráfagas que silban lejanías, se descolgó una mujer de belleza primitiva.