Página 33 - Libro de Lengua y Literatura de Quinto Grado
Ansiosos de oro
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Datos para la resolución:
Explicación
Para compartir tus opiniones sobre el cuento "Ansiosos de oro", considera lo siguiente:
- Habla sobre la lección que aprendieron los hijos acerca del esfuerzo y la paciencia en lugar de buscar recompensas inmediatas.
- Discute cómo el padre enseñó a sus hijos el valor del trabajo y cómo las verdaderas recompensas vienen del esfuerzo.
- Comparte si alguna vez has experimentado una situación similar donde el trabajo duro te ha dado una recompensa inesperada.
Datos para la resolución:
Explicación
Para completar esta tarea:
- Pide a un adulto que te cuente un cuento popular que conozcan o les guste.
- Escucha atentamente la historia, prestando atención a los detalles importantes.
- Mientras escuchas, haz dibujos de los personajes principales o momentos clave del cuento. Estos dibujos te ayudarán a recordar mejor el relato.
- Prepara una breve narración que resuma el cuento en tus propias palabras para compartir en clase junto con tus dibujos.
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Ansiosos de oro
Achupallas, cantón Alausí, provincia de Chimborazo
Recopilación de Paulo de Carvalho-Neto
Dos hijos adolescentes buscaban incansablemente oro, pero no lo encontraban por ningún lugar. Agobiados, regresaron a casa.
El padre los condujo a un campo lleno de matorrales y piedras, diciéndoles que ahí había oro y que era necesario sacar los montes y arrojar del sitio todas las piedras con el fin de que quedase limpio el campo. Los hijos, contentos, hicieron todo lo indicado. Pero no asomaba el oro.
El padre de nuevo les manifestó que era necesario pulverizar la tierra; lo cual hicieron prestamente, pero no apareció el oro.
Disgustados, los codiciosos le dijeron al padre que no laborarían más porque todo era mentira, a lo que él les respondió:
—Hay que sembrar papas, entonces tendrán en sus manos el oro.
Por el ansia que tenían del metal, no escatimaron esfuerzo alguno y fueron a soltar la semilla en la tierra surcada. Tampoco encontraron oro.
Pasó algún tiempo. Fructificó la sementera de papas y entonces el padre vendió el producto a buen precio, cogió mucho dinero y les entregó a los hijos, que se encontraban aburridos y descontentos con él, pues creían que les había engañado.
—Tomen el oro del campo que ustedes labraron y sembraron, o sea las papas cuyo producto he vendido.
Los hijos se quedaron muy satisfechos y siguieron sembrando unas veces papas, otras veces maíz.