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Página 64 - Libro de Lengua y Literatura de Quinto Grado

El oro de los Llanganates

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Resolución Página 64 - Libro de Lengua y Literatura de Quinto Grado

Pregunta Página 64
Leo y comparto

Datos para la resolución:

Para compartir una leyenda, primero entiéndela bien. Lee el texto con atención, pregunta si algo no está claro y relaciona la leyenda con lo que sabes de las culturas indígenas ecuatorianas. Piensa en cómo esta historia podría reflejar valores, creencias o historias de esas culturas y cómo podrías contarla de manera que sea interesante y educativa para tus compañeros. Puedes practicar tu narración antes para sentirte más seguro.

Explicación

Lee el cuento 'El oro de los Llanganates' con tus compañeros. Comenta qué parte te llamó la atención y por qué. Discute su significado y relación con las culturas indígenas de la Amazonía ecuatoriana. Luego, narra la leyenda en clase para compartirla con todos.

Contenido Página 64 - Libro de Lengua y Literatura de Quinto Grado

Leo y comparto

Leo y comparto, con mis compañeros y compañeras, mis opiniones al respecto. Localizo una leyenda que pertenezca a una de las culturas indígenas de la Amazonía ecuatoriana y la narro en clase.

El oro de los Llanganates

Anónimo

Se dice que el llamado Juan el Oso se había casado con la hija del Inca. Su suegro poseía una gran cantidad de oro y, en señal de ello, acostumbraba llevar puesto, en uno de los dedos de su mano derecha, un anillo de oro macizo.

Un día, el así llamado Juan el Oso dijo a su mujer:

—Tu padre tiene un anillo de oro puro. Yo quiero tener ese anillo.

Bien mandada fue la esposa de Juan el Oso a pedirle a su padre, el Inca, que le diera el ansiado anillo.

El Inca se negó, no quería entregarle el anillo a su yerno porque era muy ambicioso. El Inca temeroso de que Juan el Oso le robara el anillo, lo cuidaba celosamente. Tanto así que cuando dormía lo guardaba en su boca.

Juan el Oso no había dejado de ambicionar el anillo de su suegro y tramó un plan para quitárselo. Un día, se encontró con un ratón y le dijo:

—Mi suegro está ahí durmiendo con el anillo en la boca. Métele el rabo en la nariz y muévelo, haciéndole cosquillas. ¡Ve!

El ratón hizo todo lo que Juan el Oso le pidió.

—¡Uuuuau, uuuauaauuglla! —estornudó el suegro de Juan el Oso, arrojando lejos el anillo y vomitando absolutamente todo.

El ratón cogió el anillo y se lo dio a Juan el Oso.

—¿Qué ha sucedido? ¡Mi yerno me ha robado mi anillo! —dijo el Inca, terriblemente enojado.

Entonces, el Inca cogió todo el oro que tenía y se fue a los cerros Llanganates y los ocultó ahí. Desde entonces, nosotros ignoramos el lugar donde está el oro.

Si Juan el Oso no se hubiera robado el anillo de su suegro, ahora tendríamos oro en abundancia. De todas maneras, sabemos que el tesoro está oculto en los Llanganates. ¡Vamos a buscarlo!