Página 91 - Libro de Ciencias Naturales de Séptimo Grado
Calor y temperatura
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Datos para la resolución:
Para crear este animal, considera qué elementos podrían representar las características únicas de Platero, como su suavidad y su "acero y plata". Piensa en los materiales naturales que tienes a mano y cómo podrían integrarse para representar tanto las partes físicas del cuerpo como los detalles poéticos. Este proceso requiere combinar creatividad con observación, notando cómo cada elemento utilizado contribuye al mensaje visual general de la escultura.
Explicación
Para construir un animal similar a Platero usando flores, piedras preciosas, telas y otros materiales, puedes seguir estos pasos:
- Forma básica: Usa materiales blancos y suaves como algodón o lana para formar el cuerpo del animal, semejante a Platero, para darle ese aspecto tierno y suave.
- Ojos: Coloca piedras negras brillantes, como ónix, para los ojos, inspiradas en los "espejos de azabache" de Platero.
- Patas y cola: Utiliza pequeñas ramas flexibles para las patas y una tela suave para la cola, dándole una forma ondulante que puedas adornar con pequeñas flores.
- Detalles coloridos: Adorna el cuerpo con flores de colores como rosas, celestes y amarillas, replicando la delicadeza y el color del prado que Platero frecuenta.
- Complementos: Incluye elementos de tela o cintas de colores brillantes para simular el "cascabeleo ideal" y el "acero y plata de luna" que se menciona, imitando una sensación de movimiento y brillo.
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Algo por descubrir:
Igual que la descripción de Platero, ¿Cómo podrías construir un animal hecho de flores, piedras preciosas, telas y otros materiales?
Platero y yo (fragmento)
Juan Ramón Jiménez
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas...
Lo llamo dulcemente: “¡Platero?”, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy.
Le gustan naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco como de piedra.
Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
—Tiene acero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
Tomado de https://bit.ly/2OqYv0q (15/10/2018) Juan Ramón Jiménez (1881-1958). Poeta español. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1956. Entre sus obras destacan Platero y yo y Diario de un poeta recién casado.