Página 106 - Libro de Lengua y Literatura 1 de Décimo Grado
¿Qué es un ensayo?
Resolución Página 106 - Libro de Lengua y Literatura 1 de Décimo Grado
Datos para la resolución:
Pista para resolver:
- Repasa las características de un ensayo argumentativo: propósito de persuadir, presencia de tesis y argumentos.
- Localiza oraciones que expresen una postura clara sobre la publicidad (observa título, primera y última parte).
- Subraya verbos como «debe», «es necesario», «hay que»; suelen introducir la tesis.
Explicación
Análisis del problema/pregunta: El estudiante debe determinar la categoría del ensayo (por su propósito y estructura) y enunciar la idea principal que el autor defiende.
Resolución paso a paso:
- Lectura global: Se revisa el título «A la publicidad hay que controlarla» y los párrafos completos.
- Identificación de rasgos textuales: El texto presenta argumentos a favor y argumentos en contra de la publicidad, buscando convencer al lector de una postura. Estos rasgos corresponden a un ensayo argumentativo.
- Búsqueda de la tesis: Normalmente se encuentra al inicio o al final. Aquí, el título ya anticipa la idea central. Al leer las últimas líneas visibles y la reiteración expresada a lo largo del texto, se confirma que la tesis es: «La publicidad debe ser regulada o controlada porque, aunque tiene ventajas económicas, también causa efectos negativos en las personas».
Conclusión/Respuesta final:
• Tipo de ensayo: argumentativo.
• Tesis: La publicidad debe ser controlada o regulada.
Datos para la resolución:
Pista para identificar partes:
- Introducción: Pregúntate: ¿Dónde se presenta el tema y por qué es importante?
- Desarrollo: Localiza la sección con la mayor cantidad de argumentos, datos y ejemplos.
- Conclusión: Busca la parte donde el autor sintetiza ideas y retoma la tesis, a menudo iniciada por conectores como «En conclusión», «Por lo tanto», «Finalmente».
- Marca cada parte con colores diferentes o llaves en el margen de tu cuaderno.
Explicación
Análisis del problema/pregunta: Se pide delimitar las secciones clásicas de un ensayo (introducción, desarrollo, conclusión) dentro del texto "A la publicidad hay que controlarla".
Resolución paso a paso:
- Introducción: Primer párrafo (de «La publicidad está en todas partes…» hasta «…piensen que es importante que esté en otro medio.»). Presenta el tema y suscita el interés.
- Desarrollo: Párrafos 2 al 7.
- Párrafos 2-5: Argumentos de los defensores de la publicidad.
- Párrafos 6-7: Contrargumentos o críticas a la publicidad.
- Conclusión: Párrafo final (no íntegro en la imagen, pero empieza con «Por otro lado, los cuestionadores…» y cierra recalcando la necesidad de control). Resume la discusión y reafirma la tesis.
Conclusión/Respuesta final: La estructura es Introducción (párrafo 1), Desarrollo (párrafos 2-7), Conclusión (párrafo final).
Contenido Página 106 - Libro de Lengua y Literatura 1 de Décimo Grado
4. Leemos el siguiente ensayo e identificamos qué tipo de ensayo es y cuál es su tesis.
Analizamos este texto con la guía de nuestro docente. Lo copiamos en nuestros cuadernos y señalamos dónde está cada una de sus partes.
Glosario misoginia. Aversión a las mujeres.
A la publicidad hay que controlarla
La publicidad está en todas partes y en las más diversas formas: en carteles pegados a las paredes, en el transporte público, en las estaciones y aeropuertos; se escucha en la radio, en la televisión y en el cine. Está presente en los anuncios en periódicos, en los folletos y catálogos que llegan a las casas, en eslóganes en los lapiceros, en las hojas volantes que se distribuyen en los supermercados, en los nombres de los auspiciantes en camisetas deportivas, uniformes, etc. Esta omnipresencia de la publicidad, lejos de suscitar el entusiasmo de todo el mundo, por el contrario, genera que algunas personas la cuestionen seriamente y piensen que es importante que esté normada.
Vamos a empezar con los argumentos que los defensores de la publicidad sostienen. En primer lugar, la publicidad es una fuente indispensable de información al consumidor. Gracias a ella conoce qué productos están en el mercado, cuáles son nuevos, y este conocimiento permite a los compradores elegir el mejor, de entre varios y diversos artículos.
Otro argumento a favor de la publicidad se refiere a que da trabajo de muchas personas diferentes (publicistas, encuestadores de opinión pública, psicólogos, impresoras, ...).
Además no se debe olvidar que la publicidad financia, de manera significativa, a los medios de comunicación, que reciben grandes sumas de dinero por la publicación de los anuncios y mensajes publicitarios. Sin publicidad, muchos periódicos tendrían que doblar o incluso triplicar sus precios de venta al público.
Finalmente, la publicidad permite reducir el precio de venta de los bienes de consumo, en primer lugar por el hecho de que incita el consumo masivo, lo que a su vez permite una producción también masiva, que por tanto reduce los precios. Luego, al impulsar la concurrencia en el mercado de diferentes productores con productos semejantes, la publicidad estimula la competencia y empuja a sus fabricantes a buscar formas de vender estos productos introduciendo formas más atractivas, tanto en precio como en calidad. El principal beneficiario de esta lucha es finalmente el consumidor.
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Estos son básicamente los argumentos presentados por los defensores de la publicidad. Pero esta tesis se enfrenta con una respuesta masiva de quienes se oponen a la publicidad. En primer lugar, ellos le reprochan que miente. La publicidad miente porque nunca cuenta toda la verdad. Es parcial y sesgada. Es cierto que la publicidad solo visibiliza los aspectos positivos de los productos y deja de lado, deliberadamente, sus aspectos negativos e incluso los peligrosos. Adicionalmente, los opositores le acusan de fomentar el consumo de productos peligrosos, tales como los cigarrillos y el alcohol.
Además, la publicidad, con frecuencia, se sirve de técnicas reprochables para incitar a las personas a consumir. Explota continuamente las debilidades humanas aprovechándose de los complejos de inferioridad de muchos consumidores; por ejemplo, el deseo de parecer más varonil (ver la publicidad para algunas marcas de tabaco o cerveza), el deseo de ser joven, dinámico y hermoso (ver la publicidad de productos de belleza o de algún alimento llamado “ligero”...). En este contexto, los contrarios a la publicidad le reprochan su sexismo y su misoginia.
Por otro lado, los cuestionadores de las bondades de la publicidad rechazan el argumento de que esta reduce el precio de venta de los pro-